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ODS y municipios: una oportunidad para la construcción ciudadana

ODS y municipios: una oportunidad para la construcción ciudadana

 

Su implementación para el fortalecimiento de intangibles en el territorio local y propuesta de una Carta Compromiso Local -CCLODS- para el sostenimiento y continuidad de los mismos.

 

 

                                                                                                                    Por Leopoldo Fidyka[1]

 

 

 

 Los ODS en clave local

 

  En distintas ciudades se vienen llevando a cabo diferentes experiencias de planes territoriales sesgados fuertemente por contenidos participativos, los que permiten discutir modelos y objetivos de las ciudades y diseñar estrategias de gobierno a mediano y largo plazo.

 

  En ese sentido, una oportunidad para el trabajo articulado en el territorio local pero con lineamientos globales, lo constituye la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, adoptada en el año 2015 por la Asamblea General de la ONU.

 

  La misma constituye un plan de acción a favor de las personas, el planeta y la prosperidad, y plantea 17 grandes objetivos con 169 metas de carácter integrado e indivisible que abarcan las esferas económica, social y ambiental. Constituye a su vez una gran posibilidad de materializar una serie de principios, valores e iniciativas relacionadas con la concreción de los Derechos Humanos, dado que se enmarcan en principios a la universalidad, igualdad no discriminación, participación, rendición de cuentas y responsabilidad.

 

  Los temas implicados y las metas definidas por demás alentadoras, se orientan a erradicar el hambre y lograr la seguridad alimentaria; garantizar una vida sana y una educación de calidad; lograr la igualdad de género; asegurar el acceso al agua y la energía sustentable; promover el crecimiento económico sostenido; adoptar medidas urgentes contra el cambio climático; promover la paz; facilitar el acceso a la justicia y fortalecer una alianza mundial para el desarrollo sostenible.

 

  La Agenda implica un compromiso común y universal, y los ODS constituyen un nuevo marco integrador para la planificación y gestión gubernamental, cuestión que se extiende los gobiernos subnacionales y locales.

 

  En este contexto los municipios han de tener un rol activo, no sólo, como aparecería a priori en la aplicación del Objetivo 11: “Lograr que las ciudades y los asentamientos humanos sean inclusivos, seguros, resilientes y sostenibles”, sino también en todos los demás objetivos, dado que los ODS incluyen metas relacionadas con el quehacer diario de los gobiernos locales y el éxito de ésta estrategia global requiere de una implementación local articulada e intersectorial.

 

  El involucramiento de la ciudadanía resulta crucial para su concreción y si se revisan los objetivos, la participación de la ciudadanía aparece en forma transversal en todos ellos, como en educación, pobreza, igualdad de géneros, ambiente, calidad institucional, fortalecimiento de la cooperación y ciudades.

 

  Si bien los ODS vuelan en el espacio global pero “aterrizan” en ámbito local, caminarán en este a partir de la participación ciudadana y los gobiernos locales cumplen fundamental liderando ese proceso, siendo el nivel de gobierno mejor situado para vincular los Objetivos con las comunidades locales.

 

 Pero claro está, que para impulsar acciones de desarrollo sostenible, no todas las ciudades son iguales, ni los gobiernos locales tienen las mismas posibilidades; existen una serie de dificultades y limitaciones a tener en cuenta, estas incluyen: falta de competencias políticas, fiscales legales, desigualdades sociales; bajos niveles de capacidad institucional, inconvenientes para el acceso a datos de la realidad local,, falta de acceso a financiamiento para el desarrollo, falta de integración y cooperación intergubernamental e intergubernamental, entre tanto otros.

 

  No obstante el ámbito local, es un escenario privilegiado para el desenvolvimiento de la participación ciudadana, debido a la estrecha y cotidiana relación entre gobernantes y gobernados: allí se pueden establecer con más agilidad y eficiencia mecanismos de información, consulta, gestión asociada y control de los poderes públicos por parte de las personas y las organizaciones de la sociedad civil.

 

  Generar un Agenda ODS local debe tener en cuenta la participación ciudadana y la gobernanza local y fomentado la articulación de los actores, la construcción de espacios de alteridad, reconocimiento y construcción colectiva.

 

  Cabe preguntarse: ¿Cómo se pueden promover a escala local los ODS?; ¿Cómo se puede generar una agenda local ODS y sostenerla?; y, ¿Cómo  planificar su implementación y/o a monitorear los avances alcanzados? Sin dudas es con la participación e implicancia de la ciudadanía.

 

  Para la localización y territorialización local han de comprender como principal desafío la  generación de conciencia, en el sentido de promover los contenidos e implicancias de los ODS en la comunidad local, creando espacios para el debate e involucramiento de las partes interesadas. Por lo tanto, vincular los objetivos y metas mundiales con inquietudes locales y soluciones prácticas adaptadas al territorio, que los ODS metafóricamente salgan a la calle.

 

  Y así apoyados en esa promoción, generar una agenda local de ODS, con fuerte contenidos comunicativos, educativos y constructivos, para planificar, difundir, ejecutar y monitorear los avances alcanzados. Planificar desde una perspectiva multisectorial generando un plan coherente, flexible, operativo, sistémico y participativo.

 

  En efecto, un eje central de su éxito dependerá del concurso y articulación de los actores públicos y privados que actúan en el territorio local, si los mismos se consustancian con la planificación, mejores serán las posibilidades que adquiera validez, legitimidad y acompañamiento y a su vez se podrán ajustar sus procedimientos y potenciar sus resultados.

 

  El plan de localización local de los ODS deberá conformarse como una planificación estratégica que conciba a partir de un futuro deseable los medios reales para alcanzarlos, y requiere cumplir distintas etapas relacionadas entre sí:

 

1. Momento Organizativo: se compone del diseño de la metodología general, la búsqueda de información relevante, la definición de la estructura organizativa y equipos técnicos, la exploración de actores locales y la identificación de los temas críticos. Se sugiere la designación de un “Punto Focal o grupo motor local” (área y equipo a cargo del proceso de localización).

 

2. Momento Diagnóstico: Descripción de la realidad local, necesidades, el contexto y su vinculación con las dimensiones de la ODS, análisis y selección de fuentes de información. Definición de línea base. Mapeo de actores, Análisis de la intersectorialidad y transversalidad y de factores claves para el despliegue de los OSD (capacidades, recursos y políticas).

 

3. Momento Propositivo: Determinación del Plan de localización de ODS: Objetivos y líneas estratégicas, acciones, recursos, formulación de metas e indicadores de seguimiento. Definición de proyectos y responsables.

 

4. Momento Ejecutivo: Implementación de las acciones del Plan, gestión y seguimiento de los proyectos.

 

5. Momento Evaluativo: Evaluación y revisión permanente del Plan de localización, ajuste y reprogramación de acciones.

 

  La participación ciudadana, la transparencia del proceso y el acceso a la información deben ser ejes transversales del Plan y estar presentes en cada una de sus distintas etapas. Así plantearse como posibles las siguientes instancias de participación para promover el diálogo, el trabajo y aprendizaje en común y el enriquecimiento de las iniciativas a partir del encuentro de saberes.

 

 

Carta compromiso local por los ODS

 

  Como hecho simbólico aglutinador podría plantearse la elaboración de una “Carta Compromiso local por los Objetivos de Desarrollo Sostenible”, la cual consistiría en un documento concebido en forma participativa que apunta a expresar los grandes principios perseguidos por la ciudad hacia los ODS, generando un compromiso público y escrito tanto del gobierno como de la sociedad civil hacia el sostenimiento y continuidad de las ideas directrices consensuadas.

 

  La  mencionada carta podría condensar principios, valores y anhelos de la comunidad en su conjunto, revalorizando la idea del pacto o convenio colectivo en procura de objetivos democráticamente construidos y deberá ser concebida como un instrumento de la toda la comunidad, destinada a ser apropiada por los distintos actores sociales y marco de referencia para el diseño de las políticas públicas locales. En los distintos momentos del plan de localización pueden plantearse instancia participativas, tanto presenciales como las mediadas por las tecnologías.

 

 

Perspectivas

 

  Los ODS aparecen como un paradigma que actúa como un gran manto para el despliegue de los derechos humanos a escala local. La implementación de una agenda en ese sentido requiere más capacidades y recursos a nivel municipal, incluidas la mejora del seguimiento y la rendición de cuentas; y su implementación puede proporcionan a las ciudades:

 

  · En términos de gestión y planificación: una oportunidad para pensarse y repensarse a sí mismas, cuestión que invita y facilita a poner el eje en los temas prioritarios, sin olvidar la complejidad e integralidad; y las relaciones y complementariedad de los problemas locales.

 

 · En términos de información: permite enfatizar y ordenar la información local, facilitando su disposición, accesibilidad, monitoreo y reutilización.

 

  · En términos de cooperación: permite la vinculación vertical y horizontal, y al “enredarse” las ciudades a partir de un paradigma global, cooperar y aprender de experiencias comparadas.

 

 · En términos de ciudadanía: generar empoderamiento, acercarse más a los ciudadanos y sus organizaciones, articular esfuerzos locales y consolidar mecanismos de participación ciudadana.


 · En términos culturales: generar valores ciudadanos de solidaridad, responsabilidad y sustentabilidad y refuerzo del capital social.

 

  En definitiva, los ODS constituyen principios globales que descienden y se enraízan en lo local y tendrán fortaleza y continuidad si se abordan transversalmente y abiertos a la participación de todos los actores sociales, generando implicancia, compromiso, articulación múltiple y rendición de cuentas.

 

 

 

 

Referencias:

 

 Ciudades y Gobiernos Locales Unidos CGLU (2015). Publicación: "Objetivos de Desarrollo Sostenible; lo que los Gobiernos Locales deben saber" A partir de la Declaración de los Representantes de las Redes de Gobiernos Locales y Regionales reunidos en Nueva York en septiembre de 2015.

 

Consejo Nacional de Coordinación de Políticas Locales (2016). “Manual de Adaptación Local de los Objetivos de Desarrollo Sostenible”. Ministerio de Desarrollo Social, República Argentina, (2016).

 

Fidyka Leopoldo. "Participación y ODS en clave local". Video serie Objetivos de Desarrollo Sostenible, Implementación de la Agenda 2030. Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED), España. https://canal.uned.es/video/61e689aab6092316b604e264

 

García Pizarro, María (2007). “La Planificación Estratégica y el Arte del Buen Gobierno”. Instituto de Investigación Urbana y Territorial, UIM.

 

Grupo de Naciones Unidas para el Desarrollo. (2014) “Implementación de la Agenda 2015 para el desarrollo después de 2015, Oportunidades a nivel nacional y local”. Disponible en: https://undg.org/.../Delivering-the-Post-2015-Development-Agenda_Spanish_web.pdf

 

 

 

 

 

[1]  Extraído de la ponencia: “De lo global a lo local: El concepto de participación ciudadana en la Constitución Nacional Argentina. Los ODS como oportunidad de fortalecimiento de la participación ciudadana en el ámbito municipal” presentada en el XII Congreso Iberoamericano de Municipalistas, Una agenda territorial para los Objetivos de Desarrollo Sostenible, realizado en Manizales, Colombia, 24 al 28 de septiembre de 2017.

[2] María García Pizarro “La Planificación estratégica y el Arte del Buen Gobierno”. Instituto de Investigación Urbana y Territorial, UIM, p. 47.