Elecciones Parlamentarias Europeas: a pesar del inalterable equilibrio de poder: ¿Se inicia el desmoronamiento de la Unión Europea?
Por Gustavo Daniel Di Paolo
Luego del proceso eleccionario en el marco del Parlamento Europeo, se divisa una previsible y anunciada consolidación del liderazgo del Partido Popular Europeo.
Complementariamente, es evidente el retroceso de ciertas fuerzas de izquierda y de los "verdes", sin reformular y sin alterar sin embargo el fino y delicado balance de la ecuación de poder
europeo.
En consonancia, las fuerzas extremistas de derecha dotadas de un xenófobo y fundamentalista rechazo a las corrientes migratorias como móvil central de atracción- dentro de un entorno
nacional-populista prevaleciente que en otras entregas evaluaremos convenientemente- gozan en el presente de un protagonismo y de una centralidad evidente.
Desagregando el resultado del proceso electoral, vemos un leve avance de los conservadores y reformistas, y un sorpresivo progreso de la fuerza Identidad y Democracia en contraposición a la
decadencia de socialistas y demócratas.
Las mayores preocupaciones pesan sin embargo sobre el Canciller Alemán Olaf Scholz y sobre el Presidente de la República Francesa Emmanuel Macron. Además este último decidió proceder a disolver
la Asamblea Nacional en un hecho inédito y a la vez desesperado, comparable a los sucesos experimentados por sus ya lejanos antecesores Jacques Chirac y Nicolás Sarkozy, aunque por motivaciones
de diferente naturaleza. La derrota clara a manos de la fuerza de Marine Le Pen constituye un golpe certero para Macron, la figura central en la actualidad del contexto europeo.
No obstante lo evaluado, el presidente del Reino de España Pedro Sánchez, ha sido sin dudas el que mejor concilió el sueño luego de la elección, ya que solo ha sido superado en el entorno
doméstico en dos escaños, conservando los guarismos de la elección anterior con apoyo de sus socios: Sumar y un alicaído y decadente Podemos.
Pese al pretendido aire de triunfo, el Partido Popular de España solo ha absorbido los votos de un desaparecido y malogrado Ciudadanos, y con el agravante manifiesto que si Alberto Núñez Feijóo
emprendiera en el futuro la ilusión de formar gobierno, debería sentarse a negociar ahora con dos fuerzas de ultraderecha: Vox y Albise Peréz con su vertiginoso "Se Acabó la Fiesta".
Finalmente, surgen la polarización estructural, la incertidumbre y la inestabilidad en el contexto de la Unión y en el concierto europeo en general.
Seguirán avanzando los grupos extremistas y ultraconservadores antieuropeistas a costas de un eje franco-alemán tan debilitado como nostálgico? La
moderación y la institucionalidad comienzan a sucumbir?
Y en definitiva, comenzó el proceso de fragmentación y de desmoronamiento de la Unión Europea en detrimento de una ultraderecha consolidada pero todavía no cohesionada?
Seguiremos analizando expectantes y con gran interés este proceso con marcado impacto global..., porque el autoritarismo viene camuflado en los supuestos aires de
libertad y nacionalismo.